16 dic 2008

Y QUE CORNO HACEMOS CON LA PRESION??



La presión de los amigos y de los medios de comunicación

Los medios de comunicación proyectan mensajes distorsionados y engañosos.


-Incentivan a la violencia: la exposición de los niños y adolescentes a la violencia en la T.V. determina un comportamiento agresivo y violento en la sociedad.

-Animan a la imitación: un estudio serio dice que una persona que mira televisión regularmente, ve 9.230 actos sexuales o algo parecido, durante el lapso de un año. De toda esa actividad sexual más del 80% es fuera del matrimonio. Esto significa que si el joven ve TV desde los 8 a los 18 años, ha visto 93.000 escenas de coitos, simulados o reales, y 72.900 de ellos han sido en relaciones extramatrimoniales. La mente de nuestros jóvenes es bombardeada con la artillería pesada del sexo permanentemente. Se convierte así en un depósito de basura. Se les llena de imágenes podridas y distorsionadas de sexo ilícito y sin amor. Se les anima al sexo libre y ocasional, momentos de placer libres de valores y prejuicios. Los agentes publicitarios invierten millones de pesos a fin de que los jóvenes relacionen sus productos con ciertas sensaciones y sentimientos. Las canciones más entonadas en las bocas de los adolescentes contienen letras sugestivas y las revistas muestran imágenes de modelos con “super medidas” y casi desnudas en posiciones sensuales. Todo el mundo y de todas partes levantan la voz en cuello para decirles a los jóvenes: “háganlo”. Un periodista entrevistó al jugador Palermo, después de un partido en el que su equipo había ganado, y le preguntó qué sentía cuando hacía un gol, a lo que el popular y tan preciado modelo para muchos jóvenes dijo: “es tan emocionante como un orgasmo”.Cada viernes por la noche, radio “Rivadavia” de Buenos Aires transmite el partido adelantado de la jornada de fútbol del fin de semana. Al cierre de la transmisión, Walter Saavedra solía decir a los jóvenes que recién iniciaban la noche: “háganlo, pero cuídense”.Todo contribuye a que el deseo sexual aumente, buscando la experimentación como cauce a ese mundo de sensaciones que terminan siendo incontenibles por la gran estimulación que reciben.

-Estimulan al sexo casual: por ejemplo, las novelas muestran que el sexo fuera del matrimonio es lo más frecuente en la vida real, además de divertido y sin consecuencias negativas.

-Quizá te resulte muy común escuchar expresiones como éstas:

Si me amas, ¡demuéstramelo!-Es la emoción de toda una vida.-Todo el mundo lo hace ¿Por qué quedarnos fuera?-Nos amamos y nos vamos a casar.-Necesitamos saber si somos compatibles sexualmente.-Con preservativo el sexo es seguro.

¿Por qué pierden la virginidad los jóvenes cristianos?

Entre otras cosas, por las siguientes razones:

1. Por amor. Esto tiene mucho que ver con nuestra cultura, muy romántica; ese romanticismo que puede apreciarse hasta por las letras de tangos. Romanticismo que impregna las relaciones y crea ambientes propicios para la intimidad. La razón más apuntada como motivo de las relaciones prematrimoniales fue el amor. Muchas parejas cristianas creen que el amor lo justifica todo. “Con tal que haya amor”, dicen. Parece ser que la línea de la moralidad está en el amor, no en el mandamiento de Dios. Pero no te engañes, eso no es amor, eso es “pasión, deseo”. El amor lo espera todo, dice la Biblia. El amor respeta al otro. El deseo es egoísta, piensa en satisfacerse a sí mismo; el verdadero amor piensa en el otro y, por lo tanto, respeta y espera.

2. Por presión de los amigos. Para muchos jóvenes, la fuente de seguridad y significación es la de pertenencia a un grupo. Necesitan ser aceptados por otros, especialmente por los amigos. Tal aceptación implica muchas veces estar dispuesto a ceder ciertas convicciones.“¿Ya debutaste?, ¡no te pierdas lo más emocionante de la vida!”, son expresiones que ponen al joven bajo presión. Un joven escribió en una encuesta: “festejábamos el cumple del coordinador del viaje (a Bariloche). Hacía calor en el boliche, cerveza y whisky y los tragos abundaban; yo nunca me había emborrachado. Mis compañeros trajeron una chica y nos fuimos todos al hotel. Fui el tercero de cuatro, no pude decir que no”.

3. Por presión de la pareja. Años atrás los adolescentes varones se iniciaban sexualmente con una prostituta. Hoy día lo hacen con sus noviecitas. Vez pasada vino una jovencita cristiana, consagrada y muy preocupada a la oficina. Entre lágrimas, dijo: “Mi novio me presiona a tener sexo, es un martirio constante, ya no sé qué hacer”. La respuesta para aquella jovencita es la que queremos sugerir para estos casos: “si uno no quiere, el otro no puede”.

4. Por presión de los medios de comunicación. La gran mayoría de los programas incorpora lo sensual y sexual a su guión. Muestra la realidad, es verdad, pero también la moldea. Enseña sus propios valores asociando lo liberal a lo bueno y divertido, mientras que lo moral y correcto aparece como pesado y aburrido. Inculca que transgredir cualquier mandato es cuestión de puntos de vista y que la verdad es cuestión de gusto.

5. Por un mal consejo. Una parejita de cristianos recién convertidos estaban buscando la voluntad de Dios para sus vidas. Estaban siendo tentados a tener relaciones sexuales y consultaron a un hermano de la iglesia para saber cómo buscar la voluntad de Dios acerca de este tema. Aquel hermano les guió de esta forma: “ustedes deben ponerle un vellón a Dios, es decir, deben pedir que por medio de una señal muestre Su voluntad. Miren -les siguió diciendo, una noche cuando estén a solas en la casa y vuelvan a ser tentados, oren a Dios y díganle: si alguien toca el timbre de la casa, significa que tú no quieres que tengamos relaciones. Ahora, si nadie toca el timbre será la señal de que tú apruebas que nosotros hagamos el amor”. Adivina qué sucedió aquella noche. ¡Acertaste! Nadie tocó el timbre. Un mal consejo puede llevar a la ruina.

6. Por ignorar la voluntad de Dios. Muchos jóvenes creen que tocarse los genitales, acariciase los pechos y tener intimidad sin ropa no está mal; aun las relaciones sexuales antes del matrimonio no son mal vistas. Sencillamente, ignoran la voluntad de Dios. Piensan mal y, como consecuencia, actúan mal. Nuestra conducta es la manifestación de nuestra creencia. Lo que pensamos determina qué es lo que hacemos.

7. Por temor a la soledad. En una encuesta que realizamos fue sorprendente descubrir que un alto porcentaje, tanto de varones como de mujeres, tienen miedo a no encontrar pareja y quedarse solos. El 38 % de esos jóvenes manifestaron haber tenido encuentros sexuales. El deseo de intimidad, de relación afectiva, de calor, de amor, de sentirse amados, les lleva a ceder en el plano sexual.